LA CAJA POSTAL AUSTRIACA DE VIENA
La Caja Postal Austriaca de Viena es un edificio que construyó Otto Wagner, arquitecto muy consagrado que llevaría a cabo otras obras importantes como el metro de Viena, que llegó a convertirse en una de las personalidades más importantes de la vanguardia vienesa.
El innovador edificio de Viena, corresponde al movimiento que empezó a gestarse en 1870: Art Nouveau, en su vertiente severa.
En él se ve como fue construido en dos partes: una primera y principal llevada a cabo entre 1904 y 1906; y otra más tardía entre 1910 y 1912.
Wagner creó un estilo propio. En su edificio la forma debía ser sincera con los materiales, sin esconderlos.
En la construcción de este edificio, quería mostrar que era como una caja fuerte, por eso vemos esa especie de clavos que sujetan las enormes losas de la fachada.
También quería mostrar la importancia de la industria, aunque esto sí de modo muy sutil, nos coloca unos tornillos enormes de color plateado como el aluminio, en la entrada principal del edificio, la modernidad a la vista de todos!, pues según Wagner, las obras de arte debían ser siempre el reflejo de su tiempo.
En el interior del edificio deja a la vista la escalera de hierro que unía las plantas, con sus innovadores peldaños de mármol.
Estaba tan matemáticamente pensado que por dentro tenía apariencia de hospital, el número de elementos que albergaba estaba minuciosamente calculado: ventanas, puertas, mesas, sillas, etc, sin embargo se trataba de un enorme edificio de oficinas, con una planta subterránea donde se encontraban las cajas fuertes del banco que también albergaba.
Situada en el interior del edificio en la zona central, nos encontramos con la Sala de las Ventanas, uno de los espacios más originales construidos en Europa en esa época.
En ella unos grandes pilares de acero, que sujetaban los enormes ventanales y que continúan hacia arriba por fuera de estos para sostener otro techo superior de protección.
En el interior estos larguísimos pilares dan el moderno aspecto de industria que podría recordarnos tanto a una iglesia por su amplitud como a una estación de ferrocarril, sin embargo visto desde fuera el conjunto con el segundo techo de protección dan un aspecto palaciego de grandeza.
Otro detalle que podíamos observar en el interior de la sala de las ventanas una especie de cilindros altos que podrían recordar a un soldado de plomo, pero que no eran más que las salidas de calefacción, donde incluye las esferas que se harán tan usuales posteriormente en la Secesión vienesa, así como las lámparas y bombillas a la vista de todo el mundo, que no ocultaban los cables ni las formas, pues eran otra muestra más de la modernidad y de los inventos de la época.
En el suelo del edificio podemos encontrar formas geométricas, líneas rectas entrecruzadas que podrían servir para marcar el camino de quien se perdiera y servir de orientación. Todo estaba diseñado para ser útil, para ser una obra de arte total, desde el más mínimo detalle. Como ocurría con las sillas, estaban pensadas de diferentes formas, unas con protección de aluminio para los brazos o para las patas, obras sin protección, otras sin brazos, un taburete...
La segunda parte del edificio se construyó sin esconder en ningún momento la unión entre ambos edificios, sino haciendo una arquitectura clara y honesta.
Todo ello daría lugar a una de las obras clave para entender ese cambio en esa época.
LA BAUHAUS
La Bauhaus fue la escuela de diseño, arte y arquitectura fundada por Walter Gropius en 1919 en Weimar (Alemania). Posteriormente, en 1925 fue trasladada a Dessau, donde en menos de un año construyeron para la escuela el edificio más célebre de la arquitectura del siglo XX adaptando la teoría de Henry Ford para la construcción de automóviles a la construcción del edificio.
El edificio se convirtió en modelo de la arquitectura moderna europea, en él la transparencia está omnipresente, puede verse por todas partes.
Además, el lugar que se escogió para su ubicación, Dessau, era una importante zona industrial, lugar idóneo como encuentro de diseño e industria.
Los edificios que componen el conjunto de la escuela forman un espacio donde se reúnen talleres de creación, de teatro, de estudio, una escuela técnica y escuela-taller junto a la zona de profesores y de administración.
Es un edificio de forma irregular, difícil de comprender sino es con una vista aérea. No puede ser percibida desde un solo ángulo, posee una arquitectura global, de diferentes alturas para las diferentes necesidades.
Por un lado está la escuela-taller o laboratorios con forma de paralelepípedo donde están instaladas las máquinas, espacio totalmente depurado y funcional que se extiende de Este a Oeste permitiendo ser iluminado de forma natural durante todo el día.
Por otro está la escuela técnica donde se imparten las clases. En ella no hay grandes muros, sino que los alumnos están expuestos a la visión exterior y viceversa, donde sólo hay paredes interiores para dividir diferentes espacios. Desde las clases podía observarse la villa de Dessau. Era también un espacio bastante iluminado por el sol por lo que poseía unas cortinas por si éste molestaba a pesar de ser contrarias a la transparencia tan querida por Gropius.
En la parte de arriba de la imagen podemos encontrar la zona de residencia de los estudiantes, con 24 estudios y 4 plantas, que puede diferenciarse desde el exterior por disponer de balcones que crean nuevas y largas superficies de cristal que juegan con las luces y la forma. En la imagen siguiente pueden observarse:
Desde estos balcones los estudiantes podían encontrarse en un espacio completamente nuevo y compartir sus momentos de descanso convirtiendo la escuela en un espacio autosuficiente, en él podían tener lugar todo tipo de eventos sin necesidad de salir.
Por último tendríamos la zona de administración de la escuela con el despacho del director en una situación perfecta entre las dos escuelas: los laboratorios y la escuela técnica. Gropius llamó a esta zona el puente, pues estaba como vemos en la siguiente imagen elevado del nivel de la calle:
Era uno de los espacios más prestigiosos de la escuela.
En general ofrece un espacio de libertad con el cual, Gropius, está totalmente satisfecho por la armonía que posee.
Esta armonía se consigue gracias a la idea de arquitectura total que Gropius perseguía, para él desde una puerta hasta una lámpara tenían la misma importancia. El diseño de detalles de la escuela fue llevado a cabo por los alumnos. En el taller de metalografía por ejemplo se hizo el diseño de toda la iluminaria.
Otro edificio que forma parte del complejo de la Bauhaus es el de los profesores, que decidió construir algo alejado de la escuela, un tanto aislado a unos 200 m y que podemos ver aquí abajo:
En 1933 la escuela fue cerrada por el ejército nazi y fue saqueada y destruida en gran parte, así, Gropius decide emigrar a EE. UU. abandonando la escuela, que sería trasladada a Berlín por Mies van der Rohe comenzando una tercera y última etapa.
En 1966 se reconstruyó por completo y decidió convertirla en parte en un museo.
Actualmente la escuela es patrimonio de la humanidad y está abierta al público.